La milenaria estructura del dominio de unos pocos sobre la brutal mayoria pareciera colapsar en este tiempo que sucede.
Las falsas columnas que la sostienen tiemblan: País, patria, gobierno, democracia, política, religión, educacion, prensa, economia, sociedad, familia.
Harta del sistema, la gran masa que somos los gobernados y subditos del mundo parecieramos sacudirnos, aunque sin claridad sobre lo que realmente ocurre.
Porque esta especie humana en evolución no se entiende así misma (diría Violencia Rivas).
Lo que vivimos es nuestra lucha propia como especie por evolucionar. La mente y el ego en guerra desnudando los falsos conceptos de amor, solidaridad y amistad, frente a la prevalencia del instinto de supervivencia, posesión y territorialidad.
El que cae hoy, mañana será reemplazado por otro sediento por el ego.
La raza blanca domina a las otras. La regla de Darwin se impone: El que detenta la fuerza somete y prevalece.
Así que a su máxima potencia se utilizan los instrumentos de sometimiento: política, religion, prensa y la fuerza de los grupos armados (ejercitos, policías y otros criminales).
El mundo entero sale a la calle a pedir justicia, igualdad y libertad sin entender ninguno de aquellos conceptos.
Mientras tanto no cesamos de reproducirnos como conejos para alimentar el caos.
Seguimos devorándolo todo insaciables.
Nuestra gran marcha va hacia el suicidio colectivo.
NC
NYC, 20 de noviembre 2019
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