Te invito este fin de semana -y el que viene- a una obra de teatro en español que te va hacer agarrar de la silla, cantar y pensar.
Y si eres colombiano, de esos que en vez de conmemorar la independencia viendo matones desfilando buscas alternativas, vente pal’ teatro.
La obra es Pied pipers de Woodside que trae un grupo de actores colombianos gracias al Teatro LATEA (107 Suffolk Street, Lower East Side Manhattan), en programación extendida hasta el 28 de julio. Aquí el enlace para los que se salten de una a las sillas.
Por eso, que celebren los colombianos. Aunque, “stop right there” -¡en español!-, lo único relacionado con ese país fue un cartel sobre un televisor que recuerda que desde la firma del acuerdo de paz en Colombia van más de 700 asesinados, entre excombatientes y líderes sociales. Pero por la forma, es una voz solidaria mas que una narrativa de lugar.
La obra es atemporal y te ubica en cualquier ciudad del planeta de manera dramática y jocosa. Aclaro, para nada es una comedia, aunque es divertida. Para nada es un drama trágico, a no ser que estés plagado de convicciones conservadoras. Se trata de un grupo de amantes, o mejor, seres en amor, que hacen su historia fuera de los moldes, desnudando un sistema estructurado que ni siquiera está en la política o la economía sino en uno mismo.
Hay que explicar que esta obra es una adaptación de la pieza original Pied pipers of the Lower East Side, del teatrero estadounidense Derek Ahonen, que ha sido un éxito por su impacto desde 2009. Es incluso una de esas obras de culto para los fanáticos teatreros. La pieza hace parte de una audaz propuesta del género que llaman “Amoralista” (The Amoralist), que aunque suena a filosofía del siglo XIX, plantea la obra creativa más alla de juicios morales.
Y así se lanzan en torbellino de amor y entendimiento universal. Van desde desmontar el discurso chabacano e insultante al acuerdo comunitario, incluso cuando se ha de partir camino.
Y comunitario y rebelde, el acto sucede en el Lower East Side, la zona de Manhattan donde han palpitado movimientos de ocupas y seres alternativos que han sobrevivido al individualismo y la avaricia tan propios de nuestro atávico y decadente “humanismo”. De hecho, toda la obra sucede en un apartamento squatter.
El propio edificio sede del teatro LATEA, el Clemente Soto Velez Cultural Center, tiene su propia historia dentro de la retoma de edificios por la comunidad. Excelente puesta en escena, aunque a veces te pone a girar el cuello como en el tenis.
La única falla me parece es señalar a la pobre Venezuela como lugar de muerte, especialmente cuando quienes lo ponen en escena son colombianos, una nación donde por dos siglos han gobernado la muerte y el crimen organizado.
Mejor tómate una cerveza… No te pierdas la barra de LATEA pa' menguar este calor del verano neoyorquino.
Y ¡Vete pal' teatro!
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Los pied pipers de Woodside es adaptada y dirigida por Alejandro Aguilar. Entrada $20
Más información www.teatrolatea.org
NC
NYC, 20 de julio 2019.
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