La Corte

Cartas a Salvador

Hoy te noté diferente. A pesar de que tuvimos que ir a la corte a responder por 16 cargos en que te culpan de dieciséis graffiti, fue un lindo día.

“It’s like a father’s day”, dijiste al cierre de la jornada.

Con todo y las horas de espera, nos divertimos. Nos dimos el lujo de tirarnos en la grama a tomar el sol…

Con todo y que al principio dijiste que estaba loco al echarme en la yarda. ¡Ja! Después quedaste muy patas arriba, y dando botes en el pasto.

…Y te observe cambiado, que se nota en el comportamiento que entendiste la ruda lección. Es interesante observarte. A mi se me apretaron los huevos cuando me contaste que la policía había ido a tu escuela a “ARRESTARTE!!” Escribo y me resulta difícil la palabreja. Estuviste esposado, y los policías te hicieron declararte culpable de treinta y un grafittis en el barrio, más uno que te endilgaban en Brooklyn.

Esta sociedad carcelera, prohíbe y arresta. Al notar que los jóvenes se inclinan por el grafiti para expresarse, debieran facilitarles paredes hasta en las escuelas. Con lo complicado que les es comunicarse con ustedes. Que no es de extrañar, porque a los adultos nos ha parecido que la mejor forma de educar es prohibiendo y castigando, más la total subestimación al joven. No se toman el trabajo ni de escucharlos.  En fin, esta es otra película. Eso es lo que hay, y más bien, a cambio de pelear con lo que hay, se acepta y se aprende la lección.

Y así te ví. Sin drama. Sin resistencia. Esttabas claro, no te gustó semejante situación. Clara y sabia lección. No solo a tu edad, algunos llegan a viejos dándoselas de malandrines, que es ir contra unas reglas –que justificadas o no- están ahí. La vida te pone retos así, a ver si te quedas dando guerras o decides seguir volando. 

Y en la vida, tal como juegas, tal la característica de las lecciones. Si decides jugar al fútbol, prepárate para las patadas. Si vas contra esto llamado ley, prepárate…

Que la Gran Magia te proteja…

Por ahora se te nota que estuvo intensa la lección. Y a vos parece que te hubieran pasado unos buenos años de prisa. El valor de aprender. El valor de valentía y de precio. Se te siente, se te observa el cambio, en carácter y acción. Por ahí anda tu amigo Alexis, con 16 años en reclusión. Eso cala los huesos. Buen susto para todos. Pero sin quedarse en el terror ni en el drama. Ni en rebeldías desgastantes. Lección aprendida. Se sigue el paso en diferente rumbo.

Te amo hijo.

NC
Jamaica, Queens
Mayo 5, 2011
P.D. Hoy supiste de la existencia de estas cartas...