El mundo entero se enfrenta entre aquellos humanos que piensan como Donald Trump, los moderados hipócritas como el Partido Demócrata gringo, y un pueblo de tercera clase que liderado por la juventud despierta y se pregunta ante el caos: What the hell!?
La elección de Estados Unidos el próximo 3 de noviembre va a definir el camino del mundo entero. Mundo humano que lleva diez mil años coexistiendo en una sociedad piramidal que está en decadencia.
Hay un pulso siniestro en la mente humana. Ego Narciso y Ego poder se suben encima de todos los demás para estar en la punta de la pirámide, hacer el menor esfuerzo posible y disfrutar el placer extremo, el poder. Ego Narciso y Ego Poder aman la obediencia, la estructura, el plan definido, las castas, la igualdad dependiendo de la clase.
Los del What the hell! usan lo que aprenden para surfear con las circunstancias.
Acaban de pasar las convenciones Demócrata y Republicana. Acaban de pasar tres tornados, California en llamas, la Covid y las máscaras, la policía desenfrenada y letal como un monstruo acéfalo, los del What the hell! volcados a la calle para encontrar alguna respuesta… Y el monstruo acéfalo los devora. Los intimida con cárcel. Libertad sólo para aquellos que piensen como yo y vivan como yo.
Los dos partidos políticos de la USA ejemplifican el camino del que venimos, unas momias parásitas agarradas al poder público por el poder y el dinero, no por el público. Ese es el resumen de su retórica.
La convención Demócrata, usando a la tecnología digital como un photoshop que los haga lucir bien. Porque no quieren ver que su líder es reflejo de su historia y presente: una momia a la que hay que cargar de un lado para otro con mucho cuidado para que no se desbarate.
Del otro lado, Trump y la Convención Republicana nos muestran al Ego Narciso y al Ego Poder queriéndose subir encima de todos nosotros para quedar en el tope de la dichosa pirámide. Usan el terror mediante el aparato político-burocrático, su policía y fuerzas armadas legales e ilegales para mantenernos alineados y obedientes resistiendo no se vayan a caer vuesas mercedes.
Pero la pirámide ya no está tan bien alineada. Incluso tiembla.
Si Biden llega al poder de seguro nos seguirán echando policías matones para callarnos. Pero ya a esta otra momia le tenemos vista la caída. Y es que el pueblo debe retomar su fuerza no solo con la protesta en la calle sino con el poder del voto y produciendo nuevos líderes políticos que barran a las momias.
La comunicación en línea, las redes, la información alternativa funciona.
Si gana Trump tampoco es tan terrible.
Si la fuerza de ese monstruo humano Narciso tiene el poder de aplastar todo a su paso, su desafío nos invita a abandonar las grandes ciudades, a andar autosuficientes, ligeros y de viaje. Las olas que hemos de surfear serán tsunamis. Ahí todas esas guerreras y guerreros que ya están en viaje.
Nota al pie: Hay una casta última en el piso de la pirámide. Es la del miedo. Y el miedo se cura con educación y oportunidad para enfrentarlo. Teach-in.
NC
New York, 29 de agosto 2020
P.D. Esta misma es secuencia calcada de lo que sucede en el resto del mundo. En Colombia, dentro de la América donde se permite asesinar y masacrar a diario, los líderes momia son los Uribe, el partido liberal y el conservador... El poder económico de élites, banqueros y mafias es igual aquí y allá. Los de allá se reproducirán en camadas mientras la cabeza del norte, de Trump, prospere.
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