El proceso de paz en Colombia se ha roto.
Pero no hoy que Jesus Santrich no se hace presente ante la Corte Suprema, como la prensa miope colombiana lo informa… y solapadamente lo aplaude.
La mayoria de acuerdos nunca se cumplieron. Y lo más grave es que están matando a los desmovilizados. Y Santrich -por ahora- se salva de la extradicion, porque se voló. De lo contrario lo mandan a morir encarcelado en Estados Unidos.
Con Santrich, Iván Márquez y El Paisa volados, todos los integrantes de las Farc quedan avisados: O bajan la cabeza y esperan a que el tradicional establecimiento colombiano los ponga presos o los torture y los mate, o se pierden.
Ya le pasó a Dimar Torres y a otros 130 ex combatientes, según los datos a mayo pasado de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARP). El homicidio de estas personas a manos de un regimen descarado -no solo corrupto sino asesino-, es motivo suficiente para declarar la ruptura inmediata del acuerdo y todo el mundo pa'l monte.
Colombia, los colombianos no quieren perdonarse. No se perdonan los unos a los otros en las familias, mucho menos se van a perdonar Santrich y Uribe.
Repiten como loros estos periodistas colombianos, y estos medios que defintivamente cada vez más se alejan de su objetivo social, que Santrich era la persona con más garantías en Colombia. Lo dicen y se les llena la boca y la amnesia. No hay contexto, no hay criterio en las salas de redacción.
Lo tuvieron detenido un año sin pruebas. Luego lo liberan, y en minutos vuelven a recapturarlo. El show mediático garantizado. Y todos en coro gritemos, a ver loritos: Odiamos al mafioso Santrich, pero queremos la paz.
Así igualito repitió como loro el político al que le tocó “el deshonor” de posesionar congresista a Santrich. Porque por supuesto todo el sistema procuró hacerse el loco para que el ex faruno no fuera investido parlamentario.
El presidente colombiano, al que representa una marioneta llamada Iván Duque, hasta anunció una reforma constitucional para impedir que “los mafiosos” de las Farc sigan en el honorable Congreso colombiano. Todos los otros mafiosos sí pueden seguir en el parlamento, ¡ni más faltaba!
Pero Santrich tiene todas las garantías… “No conozco a un colombiano que tuviera más garantías”, dice Jimena Duzán demostrando que no aterriza la pobre.
Acusados los ex Farc de narcotraficantes, asesinos y terroristas (adjetivos que también encajan con el estado colombiano en 100 años) lo que hemos logrado es que entre Márquez, El Paisa y Santrich empiecen a reagrupar y a rearmar a las Farc.
NC
NYC, 9 de julio, 2019
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