La meditación

Es el método por el cual te conectarás con la Magia, con el todo, con el Gran Espíritu, con los dioses.

Se nos otorgó al principio de nuestros días como especie, es el sentido esencial de la oración.

Te sientas en zazen. Con las piernas cruzadas. La posición la irá ajustando cada quién de acuerdo con su práctica, incluida la postura de las manos.

Te conectarás con los pulmones y entenderás que son los soldados del cuerpo. Esta consciencia te permitirá hacer respiraciones largas, sonoras, limpiadoras. Tu espina dorsal y espalda se irán haciendo más rectas. (lo que llaman la serpiente o el tránsito energético del poder humano).

Con la práctica descubrirás todos los dibujos de los chacras, y las teorías de los puntos energéticos y de las siete iglesias.

Al principio será un duelo con la mente. Y con el cuerpo. Si sientes mucha molestia, a hacer yoga. (De hecho hay un gran ‘match’ entre meditación y yoga. Con el tiempo el yoga se convierte en práctica complementaria).

Los pensamientos irrumpirán como es costumbre. Te confundirás con el ego. Y entre más avanzada nuestra edad, más será la dificultad de desacostumbrar a la mente a dejar de pensar. Pero una vez comiences y practiques, el pensamiento sucederá en virtud, y se creará, y se establecerá armonia.

No te preocupes. La dificultad no es más que otra idea. Y si eres padre, o maestro, con el tiempo ayudarás a que las mentes estén más preparadas a este encuentro con La Magia.

Cuando ya escuches tu respiración, y de tu expiración pueda salir fácil e intenso un “Om”. Para. Todavía no vas a cantar. Pero lo harás. Y bailarás.

Vas a escuchar ahora al corazón. A sentirlo. Se comunicará en pulsaciones. Te dirá cómo está. Te llevará a conectarte con tu estómago, y el estómago te ayudará a entender que necesitas comer. Y así con cada parte de tu cuerpo, del templo espiritual.

Por ahí irás conociendo la Luz. Hasta que el “Om” de la respiración se conecte con el de la sensación, al ver tal radiante Majestad. 

Y la Magia se comunicará fácilmente contigo. Verás señales claras, explícitas. 

Atrevete guerrero... Buen viaje...  

NC

New York, 15 de julio 2012