Por: Maickel Clemente
Si te dijera que en Julio de este año hará calor mientras que en Diciembre estará frío, ¿dirías que soy brujo?. Si esta noche vemos una luna llena y te asegurara que en veintiocho días exactos estará llena nuevamente, ¿dirías que tengo poderes o que estoy loco? ¿Hasta qué punto es una premonición asegurar que habrá cosecha en Abril, o que el Sol saldrá mañana en la mañana?
Puede que hoy en día ninguna de estas aseveraciones te sorprenda, puesto que estos fenómenos ya no te cautivan como lo hacían durante miles de años con cientos de civilizaciones que han habitado nuestro planeta. Hoy ya sabes que la Tierra gira alrededor del Sol, y no lo opuesto; que la inclinación de nuestro planeta sobre su eje genera las estaciones del año, y que la Luna no posee brillo propio sino que lo refleja. Sin embargo, lo que es considerado hoy como conocimiento común, producto de la ciencia y la observación, fue alguna vez artificio y misticismo. Y vaya que murió mucha gente para hacer posible dicho avance.
La curiosidad por estos fenómenos y por la naturaleza tan maravillosa del mundo que nos rodea fue la que provocó que el hombre, desde el alba de las civilizaciones, comenzara a observar y estudiar todo lo referente al aparente causante de los cambios terrenales: el cielo. Así fue como nos dimos cuenta que el sol sale todas las mañanas, y del mismo lado del horizonte; que la luna mengua, aparentemente desaparece, y vuelve a mostrarse completa, de los eclipses; supimos de los cometas, de las estrellas. Inevitablemente comenzamos a relacionar lo que sucedía arriba, con sus consecuencias aquí abajo, de cómo estos cambios en el cielo afectaban el ambiente y a nosotros mismos. Aprendimos que la marea sube en luna llena, y que es mejor sembrar en luna nueva, que el sol nos brinda días largos y calientes en verano, y cortos y fríos en el invierno.
Pero, si el Sol y la Luna afectan de esta manera nuestro planeta, ¿cómo entonces nos afectan a nosotros mismos como seres humanos?. Más aún, ¿cómo afectan los demás planetas al nuestro? Luego, ¿cómo esos planetas nos afectan a nosotros?
Así, hace cerca de seis mil años, en la ciudad de Sumer, capital de la civilización del mismo nombre, en Mesopotamia (Sureste de Irak), nace la Astrología, como ciencia que busca entender la misteriosa relación entre los planetas y nuestras vidas.
Durante centurias, la astrología recolectó un vasto conocimiento sobre esta relación y cada vez se fue haciendo más evidente la existencia de un efecto sobre el hombre, cuyas causas originales aparentaban estar en los planetas. Con la llegada de la Inquisición en la época del oscurantismo, y luego de una inmensa divulgación, la astrología fue vetada y censurada casi hasta su desaparición.
Pero, ciertamente no se puede tapar el sol con un dedo. Si bien la astrología occidental sufrió un revés en el medioevo, la misma relación astros-hombre siguió siendo estudiada por el resto de las diferentes civilizaciones a lo largo y ancho del planeta. Muchas de ellas, incluso, desarrollaron sus astrologías paralelamente a la de Sumer. Así pues, existe la astrología china, la árabe, la védica, la hinduista, etc.
Hoy en día, y a pesar de un auge en franco crecimiento, la astrología sigue siendo vista como una especie de arte mística, método premonitorio y adivinatorio, como una suerte de conocimiento divino más que como una ciencia para el entendimiento de nuestro cosmos y sus efectos en el ser humano.
Es el lado predecible de la astrología el que le ha proporcionado con matices mágicos, y le ha dado esa mala fama, así como los charlatanes que pululan en los medios debido a la falta de una escuela catedrática que unifique el conocimiento de esta ciencia. El entendimiento de la mecánica cósmica en el cual estamos inmersos, tan malinterpretado como ha sido, no hace al astrólogo mago, ni poseedor de poderes.
Decirte que en Diciembre estarás propenso(a) a gastar mucho dinero, es como anunciar que hará frío. Difícilmente y con cierto margen de error, el meteorólogo te podrá decir la temperatura precisa para un día determinado, lo mismo que el astrólogo una cifra exacta de los gastos. Aun así, mejor que uses una chaqueta, y más te vale que cuides la tarjeta de crédito, porque seguro hará frío y seguro querrás comprarlo todo.
Ahora bien, del ejemplo anterior, dos cosas son las que quiero señalar. La primera tiene que ver precisamente con la predicción. Si bien es cierto que la astrología puede servir para tener una idea de cómo lucirán las cosas en un futuro, esa es precisamente la utilidad más superficial y menos productiva que posee. Su máximo potencial, se haya en el entendimiento de nosotros mismos como seres humanos: un detallado mapa de nuestra psique, a través de una configuración única de los astros que se dio para nuestra existencia. Por otra parte, ninguna predicción astrológica es infalible (¡a Dios gracias!), y la literatura al respecto es bien amplia.
La segunda, tiene que ver con la ciencia per sé. En pleno siglo XXI, somos capaces de llegar a la Luna, hasta Marte y más allá. Hace apenas unos años que colocamos un telescopio fuera del planeta para ver mejor y más lejos al espacio infinito. Desde entonces muchas teorías han surgido que nos replantean el cuento que nos veníamos echando del universo. La física quántica aún se pregunta qué pasa con el átomo que desaparece momentáneamente. Los quasares nos hablan de otra dimensión del tiempo. Y, finalmente, la teoría del caos viene a explicar un cierto orden que conecta todo lo que sucede: un batir de alas de una mariposa en Australia puede generar una tormenta en Nueva York. Toda esta tecnología, todo este conocimiento, toda esta ciencia, todos estos siglos, para finalmente descubrir que sí, aparentemente el universo esta conectado, y lo que sucede en un punto, repercute en el otro.
En fin, que la ciencia me dice que Katrina me tumbo la casa en la Florida gracias a un colibrí en Kuala Lumpur pero, si se me ocurre pensar que un eclipse solar puede afectar mi vida, estoy definitivamente loco y falto de conocimiento científico. El meteorólogo es científico; el astrólogo, hechicero.
Espero que a través de este nuevo espacio que me conceden mis queridos amigos del Club de la Cabala, pueda ayudar a que algún día lo que hoy es místico, sea mañana de común entendimiento. Es hora de que la astrología comience a ser tomada más en serio, con menos misterio y más lógica. Creo que merece su puesto entre las ciencias, porque posee todo para serlo: hipótesis, teoría, planteamientos, ensayo y error. Los psicólogos saben lo que es eso: hace poco más de un siglo que se les reconoció su escuela y se acabaron los charlatanes. Ojalá lo sea así mismo para la astrología.
P.s. Quiero reiterar las gracias a Samantha y a Néstor por el apoyo y el espacio para esta columna. Así mismo espero comentarios y sugerencias de los maravillosos lectores de este blog. Próxima semana en la Gota Cósmica: ‘Sol, astrum regis’.
9 comments:
Academico pero sabroso. Seguiremos el rumbo que nos proyecta este astro...
NC
Oye gotita¡¡¡ ¿estás seguro que a los conocimientos astronómicos de los sumerios se les puede llamar ‘ciencia’? ¿Por qué dices que en la Edad Media la astrología sufrió un retraso, si este saber no es científico, no puede atrasarse, ni avanzar? ¿Para qué quieres desentrañar lo místico de la astrología, en el momento en que lo hagas dejará de ser un misterio y te quedarás sin oficio? Creo que comparas con ojos de un fashion-victim de la ciencia a los astrólogos del pasado -que son muy respetables- con esas criaturas astrales de la tele con las que calmas tus horas muertas.
Me encanto tu nota...es una excelente forma de comenzar a adentrarnos en el fabuloso y extenso universo de la astrologia.
La Astrología es, quizás, el tópico más antiguo, y también, en cierta medida, el más ignorado. Es el más antiguo porque ha existido hasta donde hemos sido capaces de investigar la historia de la humanidad en el pasado. Se han encontrado inscripciones astrológicas en restos de huesos de la civilización sumeria, que existió veinticinco mil años antes de Jesús, restos de huesos se han descubierto, con inscripciones astrológicas y un esquema de la órbita de la luna en el firmamento.
Muy acertada la asociacion de la teoria del caos con la vision astrologica de todos los componentes del Universo...Una diminuta hoja de pasto tiene un impacto en el sol, y el sol tiene su impacto en la hoja de pasto. La hoja de pasto no es tan diminuta para que el sol pueda decir, “No me preocupo por ti”, ni el sol es tan brillante como para decir “¿Qué puede hacer por mí esta hoja de pasto?”. La vida está interconectada. Aquí nada es pequeño ni grande; todo es una unidad orgánica.
La vida es un todo y asi deberiamos hacer el ejercicio constante de observarla. Solamente entenderemos a la astrología si puedemos percibir esta totalidad; de lo contrario, sera imposible.
Gracias por estar.
Phil:
Gracias por la critica, sin embargo creo que no llegue a transmitirte el mensaje correcto con el articulo. Justamente son las criaturas astrales de la tele, como tu le llamas, a las que me opongo, y por tanto intento resaltar que gracias a los milenios de observacion, los astrologos del pasado eran MAS que respetables: fueron los pioneros.
Pero lamentablemente, y para la mayoria de la poblacion, cuando piensan en un Astrologo no les viene Carl Jung a la mente sino Walter Mercado. Esa distorsion de la imagen del astrologo, es la que pretendo borrar. No, no deseo seguir vinculando la astrologia con lo desconocido y lo mistico.
Ahora bien, me parece impreciso afirmar que la astrologia no se pudo atrasar en el medioevo. Pana, gracias al fanatismo religioso de la epoca occidente tardo demasiado tiempo en aceptar que la tierra no era el centro del universo. Donde pudiesemos estar ahora si no se hubiesen acallado las voces de Galileo, o de Copernico, o del mismo Da Vinci, quien aparentemente comenzaba a disenhar un telescopio, 600 anhos anticipado, a la hora de su muerte? No se tu, pero yo llamo atraso el pensar aun hoy dia que la tierra es plana, cuando la evidencia senhala lo contrario.
Y bueno, no tengo que explicar que al atrasarse la astronomia, la astrologia se quedaba mas relegada.
En todo caso, la ciencia dentro de la astrologia, el metodo que usa, los hitos dentro de su historia, tendencias, caracteristicas, corrientes, etc. que he estado estudiando/investigando en los ultimos 16 anhos, es lo que quiero compartir con ustedes, y espero que no sea para calmar sus horas muertas.
Saludos!
Aun me quedan preguntas…no se en qué tiempo imaginas a Galileo (1564-1642), pero él no vivió en el medioevo igual que Da Vinci (m. 1519) y Copernico (m. 1543), así que el ‘atraso’ del que hablas -si es que lo hay- está un poco más adelante y no pertenece a esa época. Además, algunos de los experimentos de Galileo están apoyados en los de la física medieval (Jandun, Oresme y Buridan) y las máquinas de Da Vinci fueron descritas tres siglos antes por Roger Bacon, un gran pionero de la ciencia experimental.
Observa con cuidado la cosmología medieval, te puedes dar cuenta que la influencia de constelaciones y estrellas errantes en el ser humano tiene como presupuesto el lugar que ocupa la tierra en el cosmos: el centro. En un universo abierto tales influencias irían a todas partes y el hombre no sería su objeto predilecto. Que la tierra sea plana no afecta en nada la simpatía astrológica entre los cielos y el ser humano, así que este no es ningún avance, salvo para la navegación. Desde Aristarco (s. IV a. dC.) se sabe que la tierra es redonda, todos lo sabían, así que la tierra como una mesa es un invento de las escuelas católicas, llenas de beatas solteronas, y no un asunto medieval.
No se cómo un lector de Jung le da tan poco valor simbólico a la existencia de una esfera mística en la psique colectiva, debería ser al contrario, la interpretación de la esfera mística amplía nuestras limitaciones espirituales, ¿Para qué quieres convertir su estudio en una nueva ciencia?
Ja! Está mejor la resonancia de la Gota Cosmica que el tintineo inicial...
NC
Phil:
Primero, el asunto del medioevo. Si bien Da Vinci, Copernico y Galileo no vivieron en el medioevo, fue gracias a el que hasta hace muy poco estuvimos aun embriagados con una sobredosis religiosa de la cual estos personajes fueron victimas. "Aun asi, se mueve." Dificilemente estas desafiantes palabras a la iglesia hubieran sido las ultimas de Copernico en tiempos como los actuales. Y ciertamente no las habria tenido que decir, de no haber sido por las costumbres religiosas que dejo el medioevo.
Segundo, y precisamente hablando de Copernico, sabiamos que la tierra era redonda desde tiempos remotos. Y tambien que giraba alrededor del Sol. Al respecto, dos aclaratorias:
1.- El oscurantismo sucedio en occidente, no en el resto del mundo. Tal como lo senhalo, otras civilizaciones siguieron con sus observaciones del cielo intactas, como los Aztecas, o los Arabes o los Chinos.
2.- El hecho que la astrologia sea geocentrica no es porque el hombre sea el centro de atencion mi romantico amigo, sino mas bien a que es aqui, en este planeta, donde nacemos, ergo, donde nos interesa estudiar el efecto de los astros. No quiere decir que los astros no afecten otros planetas. Si manhana llegamos a nacer en la Luna o en Marte, adivina que? Naceran la astrologia Marciana y la Lunar, y alli, tendriamos que ver entonces, cual seria la influencia de la tierra.
Aceptado el punto del medioevo. Ciertamente en occidente durante esa epoca los astrologos fueron respetados, pero con demasiadas limitaciones.
Denegado el punto de que el ser humano y la energia y todo eso esta mas ligado al misticismo. Mas bien lo contrario, creo que lo mistico da origen a lo cientifico y lo genera. Y como dijo Galileo, "las matematicas son el lenguaje de Dios."
Finalmente, por mas ciencia que se le meta, estamos de acuerdo que jamas habra una certeza cientifica en las cuestiones de la maravillosa, e intrincada psique humana. No lo ha encontrado la psicologia, no lo encontrara la astrologia. Mas aun, no pretenden encontrarla, pero si darnos una guia para comprender la esfera mistica que nos amplia. Y ese estudio me parece muy delicado para dejarlo a manos de Walter Mercado. Quiero volver a ver Einsteins involucrados en ello.
No creo que el hacer de la astrologia una ciencia pueda herirla. Sorry, pero no.
¿Qué es ‘oscurantismo’ y ‘retraso’ para usted? Una época en la historia, una actitud cultural o la ingenua certeza de que hace mucho tiempo y en parajes muy remotos se condenaron a ideas y personas sin argumento alguno -lo que no puede suceder en la era de los ‘einsteins’ que usted encabeza- ¿Acaso no es lo mismo que responder ‘Sorry, pero no’ a unas cuantas preguntas, sin apenas razones para responderlas? ¿Desde cuando ‘Sorry, pero no’ es un argumento válido? Usted intenta definir el ‘oscurantismo’ para que de sus manos brote la ‘luz’ o la ‘ciencia’, lo que es muy mesiánico de su parte. Sin ‘oscurantismo’ su programa ‘científico’ tiene muy poco sentido, necesita que a su lado alguien se equivoque para tener la razón. No sabe cuanto me alegra que usted sea tan poco ‘oscurantista’ y haya sufrido tan pocos ‘retrasos’.
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