El suicidio de la razón


Las dos guerras mundiales de esta modernidad que se las achacan a Alemania y a Hitler solitos son otra de las falsas informaciones de nuestro tiempo.

Fake News

Veamos.

Se conmemoraron está semana los 80 años del ‘Día D’, el desembarco en las playas de Normandía de las tropas aliadas para recuperar la Francia tomada por Hitler. 

Para Europa y Estados Unidos el ‘Día D’ marca la derrota final de Hitler y la victoria militar que concluiría la II Guerra Mundial.

Fake News, Historia Falsa. 

Empecemos desde ahí. Ya los ejércitos alemanes estaban diezmados después de la derrota en las estepas rusas a manos del inclemente invierno y la resistencia de las tropas rusas.

El desembarco en Normandía no puede desligarse de la campaña rusa que acabó con Hitler y la II Guerra Mundial. Fue más bien un acto de oportunidad militar para darle el golpe de gracia al ejército alemán ya vencido por Rusia.


Justamente la Rusia que brilló por su ausencia en las ceremonias hipócritas del pasado 6 de junio, la Rusia a la que vencer a Alemania le costó 26.6 millones de sus habitantes, el 13.7% de su población.


Los europeos celebran desde su comodidad todas las guerras que han provocado para saciar su voracidad por territorio y poder.


La primera y la segunda guerra mundiales son parte de la voracidad europea. No solo de Hitler. La verdad es que tras el decaimiento del imperio otomano y el Austrohúngaro, Inglaterra y Francia, de la mano de su insaciable hijo, Estados Unidos,  estaban en campaña por apropiarse del mundo entero y sus recursos. El naciente estado Alemán pidió participación en el botín, y eso es lo que realmente causa la primera guerra mundial. 

El asesinato del archiduque Francisco Fernando fue la excusa perfecta de sus otros primos ricos y sus ejércitos para aplastar a los imperios en decadencia y apoderarse de sus despojos, recolonizar el planeta y robarse sus recursos.


Ya los europeos habían determinado una alianza militar para evitar futuras revoluciones como la francesa, que les costarán primos y asociados decapitados, y pueblos explotados levantados.


El Darwinismo en esencia, el padre del capitalismo, la ley del más fuerte imperaba e impera en la hipócrita Europa civilizada.


No hay un conflicto en el mundo hoy que no se deba a la ambición europea-estadounidense. No existe razón para que admiremos a Francia, Suecia, Noruega, Inglaterra o Alemania. 

La comodidad y tranquilidad que ostentan estos países y sus monarquías, se basa en la explotación de algún lugar del mundo. Antes y ahora.


Pero habría que sentarse a estudiar toda esta historia para comprender dónde es que nos han mentido.

Para comprender que Winston Churchill no era el héroe bonachón que nos muestra Hollywood, o que fue un tipo llamado Hitler el que aisladamente y en un momento de locura le dió por apropiarse del mundo. 


Son todas historias que ocultan la voracidad de esta Europa que está semana la vimos abrazarse bonachona y heroica con su Joe Biden que representa la Palestina tomada desde 1492 y que ahora llaman América. Cómo la Palestina que ahora llaman Israel. Como la África esclavizada por Europa, como su oriente medio destruido en pleno siglo XXI por sucesivas e interminables guerras.


Pero Vivan los héroes de Normandía, viva Churchill, Viva la Europa que se declaró propietaria y salvadora del mundo. Que solapada  conquista Palestina declarándose judía.


Y que viva la falsa historia académica que le enseñan a nuestros hijos para hacernos olvidar quiénes son los verdaderos causantes de las guerras que no cesan en el mundo desde hace que, la bobadita de unos 5.000 años. Que es el ego humano que insaciable y voraz conquista poder, riqueza y comodidad a nombre de la civilización.


NC

9 de junio, 2024



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