Las corporaciones y el capital financiero
vuelven a gobernar el sur.
Las masas acuden al patíbulo dopadas,
anestesiadas por los medios y la propaganda de la “prensa libre”, y aplauden a
sus verdugos.
Está demostrado que ni con la fuerza ni
con la política se puede transformar nada, revolucionar o evolucionar
nada. Hay una maquinaria mundial que se
lo quiere tragar todo.
Los imperios vuelven a hacer alianzas
estratégicas, como aquella que precipitó la primera y la segunda guerra mundial,
y que usó al loco Hitler para ocultar el rostro de los verdaderos causantes del
holocausto humano.
Se lo quieren devorar todo. Quieren dominar todo.
Se arrastran los que huyen de la
devastación provocada por los imperios y sus guerreros, de Tierra Alta a la Palmira
histórica…
La educación nos queda como el último
bastión de esperanza…
Y cuando se aproxima uno a ella, el
vergonzoso sistema de educación somete al estudiante a la confusión a través de
autoridades y docentes que abusan de su poder para cercenar el aprendizaje.
Damos vueltas y vueltas, de error a
error, sin aprender nada.
Cali, diciembre 2015
No comments:
Post a Comment