Sus cantos y consignas, directos y sin miedo, sus tambores, su música, su pasión por que haya un país mejor, su hartazgo de la política tradicional, del Gobierno de bancos y corporaciones, de la corrupción de la clase dirigente, empezando por el presidente en turno que espera ser reelecto…
Masiva y en su mayoría tranquila marcha. Con algunos roses con la policía, una joven herida que marchaba con el grupo “Encuentro de los pueblos”, los grafiteros en acción, encuentro con amigos, con guerreros a montón.
El Día del Trabajo se conmemora el primero de mayo en la mayoría del mundo por los crímenes cometidos contra los trabajadores de Estados Unidos en 1884. Por esa razón, como buenos gringos que son, porque les da vergüenza recordar las atrocidades que han hecho, allá el 1 de mayo no es el Día del Trabajo sino el 1 de septiembre.
Al día siguiente, durante una movilización en protesta por el crimen policial y en reclamo insistente para reducir la jornada laboral a 8 horas, una bomba estalló.
Siete hombres fueron condenados, y cuatro colgados del cuello. Los cuatro colgados eran quienes habían liderado la movilización nacional en Estados Unidos para que la jornada de trabajo fuera de ocho horas.
En su linchamiento, los condenados advirtieron que todo era un montaje de las autoridades y los empresarios estadounidenses para asesinarlos y acabar con las intenciones de reducir la jornada laboral. Así lo demostró la historia, y esa es otra más de aquellas grandes vergüenzas cometidas por el poder en los Estados Unidos.
NC
Cali, 1 de mayo
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