Llama la montaña

Saludos guerreros…

Intenso 2013. Una semana y las aventuras de este tiempo van aceleradas.

Primero “me pegué” en asalto a la familia de mi tío William para Pasto, al Carnaval de Blancos y Negros.

Experiencia llena de lecciones. La más intensa me la enseño mi prima Camila: Tengo que parar de opinar. Las opiniones dividen, enfrentan. Qué carajos importan mis opiniones, importa la gente, la familia. Importas tú Camila… Me importas tú Camila.

En ese desenredo que vivo de las palabras Maestra Vida me manda siempre a callar.

Pero además, La Gran Magia muestra el camino con señales brillantes.

A medida que iba para Pasto, Cali me llamaba a gritos. Estaban Irene, Luly y Yawar, seres hermosos. Y así drástica, Maestra Vida me cambió el rumbo. El mismo sábado estaba en el colegio Ideas por La Sirena, en Siloé.

Se trataba del “Llamado a la montaña”, un evento del que participó un grupo de artistas, yoguis, adoradores de la Pachamama, protectores de los animales, respetuosos de la enseñanza de los cuatro elementos, expertos en construcciones arquitectónicas naturales, representantes de la comunidad Nasa y Yanacuna, con mi hermano Yawar.

Fueron dos días de música, bailes y actividades en pro de un cambio de hábitos, de impulsar el paso consciente, empezando desde lo que comes, consumes y compartes. Cada vez se suman más guerreros.

Y a la carrera, Yawar y yo salimos para casa de Oscar, a encontrarnos con Irene, Luly y Camilo. A disfrutar de un lugar mágico, en la montaña de Farallones.

Oscar es un ser hermoso lleno de bendiciones. Su espacio es un terreno mágico, protegido, vía Dagüa, Valle. Oscar lleva seis años como hombre fuego en los temazcales y dos como guía. Irene convocó. Camilo, hombre fuego. Gran aprendizaje, gracias señores. Gracias Irene y Luly… Y con mi hermano Yawar seguimos el camino.

Salud Maestra Vida, Ajó Inti y todos los dioses… ¡Ajaya Gran Espíritu!

NC
Cali, 8 de enero de 2013