2012


De hoy a Acuario y a Libra

El mundo se divide en dos claros bandos; cada uno preparándose para la guerra.
Así comienza el 2012. Para los que buscan aciertos a sus teorías apocalípticas, basadas en las malinterpretaciones de los Mayas, este enfrentamiento mundial pareciera traer esos vientos oscuros.
Irán es el punto de quiebra.

A un lado, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania, como cabezas visibles. Con ellos Israel, Arabia Saudita, Emiratos Arabes y Kuwait. Por supuesto el resto del mundo que los sigue.
Por el otro lado, con Irán, nada menos que China y Rusia. Más aquellos que los siguen, entre ellos se cuenta a Venezuela en el primer flanco, debido a su importancia petrolera.  
Porque el petróleo es el arma de poder que hoy los enfrenta a todos.

Estados Unidos y compañía asustan al otro bando anunciando más sanciones contra Irán. Y se quieren tragar a Siria. 

Por el otro lado, Rusia desplegó sus barcos nucleares y anuncia que no aceptará intervenciones en Siria. E Irán, apoyado por sus poderosos aliados, despliega toda una avanzada militar (aire-mar) para cerrar el estrecho de Ormuz.
El taponamiento del Estrecho de Ormuz va a resentir el suministro de petróleo mundial. Pese a que Arabia Saudita incremente su oferta ilimitadamente para abastecer a su bando. 

A eso, todo lo anterior no tiene nada qué ver con usted ni conmigo. Nos afectará en el desempleo, en el aumento del costo de vida y en la pobreza. Habrá más protestas y mayor insatisfacción. Pero por ahora seguiremos viendo televisión. Comiendo carne. Pasando una hora en la ducha caliente. Haciéndonos cirugías cancerosas en las tetas. Comprando, comprando, comprando. Talando el Amazonas. Así, todo el ecosistema. Y toda la carreta del calentamiento global, etc. Pero nada tiene qué ver contigo o conmigo. Nada qué ver.
En masa el mundo sigue consumiendo al mundo. Hará ¡BUM! Y habrá caos. Así fue, es y ha sido con este hombre que conocemos: Habido, ambicioso, egoísta.
¡Ajá! Aquí es donde viene la luz de los astros.  



El fin de la Era

Lo del fin del mundo de los Mayas obedece a las mismas teorías apocalípticas con que este hombre alimenta el morbo a la muerte. Pero no hay tal.

En la antigüedad, el hombre “observador” miró al sol y a las estrellas como claras señales del camino. Más claro no canta un gallo. Y hubo aquellos que se la tomaron tan en serio, que a través de generaciones y culturas llegaron a interpretaciones muy interesantes: Como que nos aproximamos o entramos a una nueva era.
Podemos estar como a unos cincuenta o cien años de aproximación. (Recuerda que para ti son un montón, para el gran Universo eso no es nada). Y todo, TODO, sucede gradualmente. El Todo sucede gradualmente, activo siempre, pero gradual. Como el movimiento de los astros.
Padre Sol y ese cielo maravilloso –guía y luz del hombre-, nos indican de dónde venimos, por donde vamos y para dónde vamos.

Aquellos antiguos, como nos explica bien el documental Zeitgeist, se dieron a la tarea de clasificar zonas estelares para hacer más claras sus observaciones, y las llamaron constelaciones. Hay 12. Y todo siguiendo al Sol.
“El Zodiaco indica el paso del sol por las constelaciones durante un año. También refleja los doce meses del año; las cuatro estaciones; los solsticios y los equinoccios”, según relata Zeitgeist.
“Tanto el sol como las constelaciones son representadas en el Zodiaco como animales o elementos de la naturaleza” (documental citado).
Aquellos observadores de la antigüedad notaron en sus cartas solares que, además, por el movimiento de la tierra, el sol va girando en dirección contraria a las manecillas del reloj –o al ciclo anual; y lo llamaron las “Precesiones de los equinoccios”. Al ver la carta zodiacal (ir a gráfica), lo que notaron es que  cada 2.150 años, entre el 23 y el 25 de diciembre, aproximadamente, el Sol nace en un signo-constelación diferente. Así que cada periodo de 2150 años es una era.
Ahora mismo, estamos en la era de Piscis, que comenzó aproximadamente el año uno después de Cristo. Así que cuenten pensando en que todo esto es aproximado. La siguiente era es Acuario.
En medio de todo esto hay un mundo de interpretaciones religiosas. 

Acuario trae interpretaciones bellísimas de un hombre más sabio.  Y de hecho hay movimientos por todo el planeta. Por cada ciudad, de gente haciendo yoga; meditando; cultivando filosofías nobles como el budismo y el Zen; hombres documentando con trabajos interesantes en el cine, en los canales alternativos (ver video que propone Gustavo Cabarcas en Facebook); etc. Todos conocemos y hasta hacemos algo por evolucionar en consciencia y armonía.  

Pero somos miniaturas en esa carta astral. Obsérvala, ese Zodiaco, y con toda su sabiduría te seguirá mostrando cada era. Y para el “balance” parecieran faltar unos 10.750 años. Habrá una gran transformación del hombre físico. Y habrá un ser alado y virgen. Pero por ahora vive este 2012 mirando al frente, atendiendo las señales del cielo, y con los pies en la tierra.

NC
Nueva York, 5 de enero de 2012

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