Fragmentos (Diálogos de Samantha)


Y entonces me observo, y veo los fragmentos de ese espejo. Cada uno de ustedes reflejando algo de mí misma.

Esa teoría del espejo la han de conocer. Comparto con ustedes el texto que me sugiere este dialogo:

“Supón que existiese un espejo que reflejara todas tus características negativas, todos los instintos reactivos que viniste a este mundo a transformar. Ahora supón que rompieses el espejo en mil pequeños pedazos, cada uno reflejaría una diferente característica negativa de tu naturaleza.

“Ahora, supón que esparcieras los pedazos por todas partes. ¿Adivina qué? Todas las personas negativas en tu vida, todas las situaciones y obstáculos negativos con los que te enfrentas, todas las cosas que ves mal en otros, son solamente pedazos adicionales de ese espejo. Cada fragmento representa un reflejo diferente de tu propia personalidad.

“Cuando corrijas y transformes un aspecto particular de tu personalidad, un fragmento del espejo reflejara esa transformación. Y entonces ahí comienzas a ver los aspectos positivos de los demás”. (El poder de la Cabalá por Yehudá Berg. Kabbalah Publishing. Edición en español, 2004)

Este tema, surge muy a propósito de una fiesta de fin de semana. Homenajeábamos a Catterine por dos razones: Su nueva casa y su cumpleaños, en ese orden que demuestra sincronía y por lo tanto armonía: Te has mudado, por fin has salido de ese supuesto refugio familiar. Ahora has crecido. Ahora puedes cumplir 25.

Hay puertas que se abren cuando uno entra en ciertos estados de conciencia. El hecho de que ella se haya mudado no es un hecho casual, obedece a una razón gestada en su interior. A su propia transformación.

Por primera vez en mi vida veo a esa mujer tan feliz. Sus ojos brillaban, su sonrisa… Estaba integrada, externa e internamente. Tenía un party energético.

Sin ánimo de hablar de la vida personal de Catherine, uso su ejemplo para ilustrar dicho proceso de transformación. Coincido en que enfocarnos en qué fallan los demás no nos permite ver en qué fallamos nosotros.

Pero volvamos al apartamento de Catterine. Ahí estábamos sus amigos. Fracciones de su espejo. Y cada uno, ante sus propios reflejos. Nestor me contaba la experiencia que vivió con dos seres de esa noche. Dos mujeres que vestían igual y actuaban igual. Mismos gestos, manos en los bolsillos, en general una misma actitud. Cada quien componiendo su espejo.

Yo misma noto los fragmentos de mi espejo, empezando por mi propia familia. Y me doy cuenta de la necesidad de hablar con ellos, porque los cambios de que soy objeto son tantos y tan constantes, que si no fuera por esas charlas llegaría a ser una desconocida para ellos.

En ese proceso, observo dos fenómenos: Los seres reactivos y los pro activos.

Generalmente somos reactivos. Reaccionamos ante todo. Pero mantenernos ahí nos convierte en mero resultado, no en creadores de transformaciones.

La tarea es ésa, resistir a la reactividad: Resistir al ego, al juicio, a la auto complicación, a la auto alabanza, al control, a la culpabilidad, a las expectativas, a la falta de confianza, a la necesidad de ser admirado, a la duda.

Por ahí comienza el camino para convertirnos en seres pro activos, en motores de transformación.

Y ese proceso garantiza más fragmentos positivos en el espejo personal.


Texto Samantha Rapolla
Fotos Nestor Cristancho


1 comment:

Atenea said...

GRACIAS AMIGOS!!!! GRACIAS A MI ETERNO AMOR J...
GRACIAS A MI FAMILIA... A MI VIEJO..
GRACIAS AL UNIVERSO A DIOS
GRACIAS AL AMOR!!!!!!!!!!!