Shantal

Mira que no es fácil ser tía a distancia.

Lo primero que dijo Samantha fue: "Quisiera cargarla"...

Y con semejante nudo en la garganta pasó a hacer comentarios felices sobre los cachetes gordos de Shantal, de la cantidad de pelo, de la ‘braguita’, “Mira... como le queda el gorrito que le regale...”, dijo, y otras cosas más, como: "Es bembona como Jorge Luis"...

Claudia había llegado justo ese día de Miami. La recogimos a las 5 p.m. en Newark. Cuando se enteró hizo su declaración: “¡Chama!, ¡Nació el Día de los Santos Inocentes!”

Como Samantha está estudiando “La Cabala”, y con nuestro astrólogo en la familia, Maickel, imaginamos que Shantal tendrá su carta astral lista para cuando tenga la edad suficiente para decirle a sus padres, a sus tíos o a los abuelos: “¡Estos si son arrechos!” Porque lo que se hereda no se hurta, y la generación de los Rapolla es bien fuerte.

Y con semejante cromosoma, con el azar del 28 de diciembre y el fin de año, y con la magia que le quepa, le damos la bienvenida a Shantal.

Que quede constancia para ella, que esa fecha en que nació, su abuelo Jorge estaba aprendiendo a usar el Messenger de Hotmail en su isla, Margarita; que su tía Samantha estaba en su vuelo personal con la vida, por allá en un ático de North Bergen, Nueva Jersey, en Estados Unidos.

Que Daniel estaba entre unos naranjos en Varadero aprendiendo vida, y con el encime de sacar título médico.

Que su tío político Maickel Clemente estaba pasando revista a las tropas de la generala Zambrano en Caracas, y que estaba en su momento de cerrar puertas y escaparse a vivir.

Que tenía otra tía colombiana, que se llamaba Catherine, que era una guerrera joven, aprendiz de soldado de paz. Y que por ahí estaba empezando alguna otra novela que más tarde vería en el cine.

Que la cofradía de Guarenas había nacido 15 años atrás en una villa deportiva convertida en barrio, en “La Villa”, y que aunque los asaltantes de pesebres y los de teatreros de ‘El Piso Rojo’ estaban dispersos, todavía se enviaban videos sin escatimar “te amamos”.

Que Fidel estaba en las últimas, pero que Chávez tranquilo, y que con Venezuela, todo el bloque sur cambiaba la historia, la Argentina de su abuelo, Brasil, Uruguay, Chile, Ecuador y Bolivia. También estaban despertando en Nicaragua y en Panamá presidía el hijo del General Omar Torrijos ‘quebrado’ por la CIA en los 80s, y para rematar tenían de ministro de cultura a Rubén Blades.

Que había escuálidos y Chavistas atorrantes, y que también habíamos de los otros, y hasta chavista colombiano: ¡Presente!

Y que igual amábamos a los escuálidos de la familia.

Porque más que de ser ‘chavista’, ‘budista’, ‘burrista’, ‘místico’, ‘pacífico’, conservador’, ‘socialista’, ‘izquierdista’, la cosa era un asunto de crear familia, de ser tíos, abuelos o amigos, de eso se trataba la filosofía, de ser ‘panas’, familia, de creérnoslo y como diría José Rafael, “de ser responsables de eso”, y todo eso, en ese tiempo en que llegó Shantal.

Nestor Cristancho