Israel asesina la olla comunitaria

Es como que María Fernanda Cabal mande al cobarde concejal Andrés Escobar a disparar contra la Olla Comunitaria. 

Eso fue lo que hizo Benjamín Netanyahu con The World Central Kitchen.

Mandó a sus perros bravos, y desde la cobarde distancia de un misil asesinó a siete de sus integrantes.

Y seguimos contemplando la colonización de Israel del territorio palestino. Solo que esta vez lo vemos por las redes cibernéticas. Así conquistaron América y África.

World Central Kitchen es exactamente el reflejo de nuestras Ollas Comunitarias, que también simbolizan ese concepto de nos protegemos nosotros en comunidad ante la inexistencia de Estado o contra el Estado mismo.

Y la locura de Netanyahu identifica y representa bien a la derecha del mundo que quiere sangre y poder a toda costa.

La derecha, o los conservadores, o los aristócratas, o como quieran llamar a todos aquellos que defienden al dios dinero y al dios poder, están desatados en el mundo.

Lo que hizo el presidente de Ecuador Daniel Noboa de irrumpir como matón con su poder militar en la embajada de México en Quito es celebrado por todas las huestes de la derecha mundial. Claro, nuestros esperpentos criollos cantan hoy: Viva Noboa!

Como gritan Viva Milei y Bukele! así rezan sus balas, y rezan porque Trump vuelva, a pesar de que la momia de Biden juega en su bando solapado y moribundo.

Y viva Israel y Netanyahu.

Y la Cabal nos anuncia -desde Roma, si es que no volvió ya de vacaciones-, que en su Gobierno restablecerá a todos los militares y policías que Petro sacó de las filas, hecho que ha obstaculizado de manera insostenible el negocio del narcotráfico, el contrabando y todas las formas de criminalidad que se reproducen entre las raíces de una Fuerza Pública corrupta y un Estado corrupto como lo ha sido Colombia. 

Shhhh, no se atrevan a decir que los policías saben donde están los bandidos, ni que en los barrios y en el país son los que dirigen o están asociados a la criminalidad.

Pero de todo el espectro, lo que se nota más palpable es la reacción en manada de matones de los medios de comunicación de Colombia. Como lo hace la prensa comercial del mundo entero. Se comportan todos usando las mismas estrategias y en conjunto, como lo advierte el maestro Antonio Morales en su reciente columna de Café Picante. 

Esos medios envenenan no solo desde sus noticieros “desinformativos” sino hasta con sus programas de humor, deportivos y cuantas formas de esa lucha sucia pueden. Las luciérnagas y los sábados felices de esos medios nos dejan ver a humoristas testaferros del narcotráfico que le dan con todo a cualquier intención de romper la cultura traqueta de derecha.

Y no porque aquí seamos Petristas. Para nada. Recientemente vi el documental que se llama Petro, y me pareció no solo superficial sino una pérdida lamentable de esfuerzos que podrían servir para contar una historia más profunda de la Colombia que representa Petro.

Los líderes no son los que hacen los cambios, dice sabio José Pepe Mujica, son las filas indias, es el pueblo, es Puerto Resistencia, Usmekistan, la resistencia universitaria, La Minga Indígena, las Ollas Comunitarias. 

Por eso nos toca pararnos a todos, a la Fila India entera, para protegernos de los Netanyahu, los conservadores-derecha-mafia del mundo-, los Uribe, Cabal, Lleras, Turbay, Valencias, Samper, Sarmientos, Gillinsky, Federación de Cafeteros, la cúpula de bandidos sacados poco a poco de Ecopetrol, contra sus tecnócratas y contra todo el poder mafioso y sus EPS.

Hay que pararse duro frente a ellos. Para protegernos de sus matones, sus Andrés Escobar, Carlos y Vicentes Castaño de hoy. Y a los que les hacen el juego llamándose guerrillas o disidencias. Las guerrillas históricas ya tuvieron su momento.

Y a nosotros los periodistas con aliento de comunidad, nos toca pararnos contra la manipulación y mentira de la bulla del combo Sánchez Cristo, Dávilas, el detestable grupo Prisa español de la W, Caracol radio y el País América, más la ya conocida telebasura.

Y protegernos entre nosotros mismos, como reclaman las mujeres entre ellas, para que la Olla Comunitaria, la Primera Línea, el barrio y la esquina no sean asesinadas, torturadas, desaparecidas, desplazadas, como ha sucedido en el mundo una y otra vez. 

PD. Qué vergüenza Maduro y todos aquellos que se enquistan en el poder. A lo Uribe, a lo Ivan Mordisco, a lo Ortega, a lo Bukele, a lo Putin, a lo, partidos republicano y demócrata de Estados Unidos que se reparten el poder por siglos entre ellos bajo el cuento de que no son lo mismo. Todo lugar de poder y privilegio en el que te quedes, así sea solo hasta retirarte a una Isla a contar el dinero que hiciste, como predica La Juvinao, indica que estamos siguiendo al ego voraz que aplasta al otro. Y que al final, te aplasta a ti mismo.

NC

7 de abril 2024