¡Viva La Vida!
-¿Pero de qué hablás loco? Te parece
bonito toda esta mierda pasando.
El hombre que daba vivas sonrió. Miró fijamente a quien increpaba y le
extendió una mano.
-¡Vete al coño hombre! –Dijo sin hacer
caso a la mano extendida. De pronto sintió que lo sujetaban por los brazos y lo
elevaban como en una montaña rusa.
-Pero qué hijo de… -A medida que se
elevaba el vuelo prefirió callar. A medida que se postergaba el vuelo prefirió
observar. A medida que observaba entendía.
-Tenés razón ché. –Y se levantó, estrechó
aquella mano y celebraron juntos:
¡Viva La Vida!
NC
Pance, 26 de marzo, 14.
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