El cachorro del cuento, protegido tras su madre |
Te le acercabas nada más un paso, y lloriqueaba aterrado. Como si le dieran la más abusiva tunda.
Los otros perros que encontramos en camino al Puracé eran adultos.
Beethoven, ‘gacela’ feliz, afrontando sin un “guau” riscos y la inclemencia del aguacero.
Otros canes salían a saludar, a oler, a conocer, a juguetear, mientras ascendíamos aquella montaña en el Cauca colombiano.
Aquel cachorro llorón, dramático, es uno de la familia de María Nolia, donde hay gente humilde, caballos, árboles y toda clase de plantas medicinales.
De cachorro, se llora, se hace drama y pataleta.
El adulto, sereno, acepta o enfrenta sin quejas.
NC
Cauca, abril 2012
1 comment:
Great job with the blog, my favorite part was, of course, the plants! :)
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