Para cerrar el otoño

Iguales y distintos

Un rabino se encuentra con un colega durante un descanso de uno de estos concilios que los patriarcas de las distintas religiones suelen hacer. Impecables en traje. Zapatos bien lustrados.
Muy espirituales los dos; hablando del Señor y el lenguaje social y la dimensión de cómo el hombre de hoy esto y lo otro. Ego, desapego, consciencia. “Al final le pregunté de qué congregación era; me dijo que no; que era ministro cristiano.

“-Pero yo pensaba que era usted…

“-No hay problema, no se disculpe; diferentes escrituras, ¡misma misión!”

Entre risas de su congregación, la historia la contó el domingo que pasó, 20 de diciembre, el Rabi Gerald Zelermyer en el templo Beth Shalom de Fair Lawn, New Jersey.

Gracias a la fotografía he tenido la ocasión de observar distintas ceremonias religiosas; y por mi actividad personal voy de cuando en vez a un “centro” en el que también se canta y alguien “predica”.

“Iguales y distintos”, escribía un tal León de Greiff.

Así somos. Después de observarlos, en todos me veo ahí, ya sea orando o sentado meditando.

Claro, más allá o más acá cada quien en su dimensión egótica se proclama con la verdad; o la consciencia. Y ahí recordaré el buen cuento del rabino Zelermyer. Y a "mi predicador" que siempre indica, con su ejemplo, que la práctica es la que acorta la distancia hacia la gran magia.

Soy ese que usa turbante y se arrodilla en un tapete parar orar; soy ese que se consagra al Torah; y soy ese que exalta a gritos la bondad del evangelio del Señor; y el hippie de pelo largo y barba que se declara meditador; o el calvo de larga túnica haciendo canticos de lamas; Changó o Yemayá; el nativo americano descendiente del sol; iguales y distintos...

El norte es uno solo. Tarde o temprano; despiertos, eso sí. Para allá vamos.

NC
NJ, diciembre 2010
Foto NC, título: El rabino Rabi Gerald Zelermyer en el templo Beth Sholom.